¿Es sano comer helado? ¿Tiene efectos nocivos en nuestra dieta? ¿Es merecida la mala prensa que tiene? Lo vamos a ver a continuación.
La mayoría de los expertos en nutrición señalan que no hay alimentos sanos o no sanos, sino dietas equilibradas o desequilibradas. Hasta el mejor de los alimentos deja de serlo cuando lo consumimos de forma desequilibrada.
El helado no es simplemente una golosina. Contiene ingredientes que aportan cosas necesarias para nuestro organismo, como calcio, proteínas y vitaminas, pero también tiene azúcares o grasas con las que debemos ser cuidadosos. Es obvio que no todos los helados son iguales, pero comparar los valores nutricionales de algunos alimentos nos ayudará a ver cómo encaja el helado en una dieta saludable.
Aunque hay diferentes categorías de helado en función de sus ingredientes, podemos dividirlos en dos grandes grupos: Los que tienen productos lácteos o los que tienen una base de agua.
En la siguiente tabla comparamos las propiedades nutricionales del helado con otros alimentos y también con las mismas variedades de Boldini.
Del análisis de la tabla anterior sacamos algunas conclusiones: Los helados tradicionales contienen ingredientes beneficiosos que se pueden integrar con éxito en una dieta sana, pero a la vez tienen dos puntos débiles. Las grasas y los hidratos de carbono, lo que nos indica que debemos ser moderados en su consumo.
En Boldini siempre nos ha preocupado hacer un helado con ingredientes lo menos procesados posible: fruta natural triturada o exprimida en lugar de concentrado; canela o vainilla en rama en lugar de saborizantes; frutos secos puros triturados; coberturas de chocolate en lugar de solo cacao en polvo. De esa manera tenemos todos los beneficios que esos productos aportan a la alimentación.
Pero a la vez queremos mantener más bajos los niveles de grasas y azúcares. Eso ayuda a que comer una tarrina de helado no solo no desequilibre una dieta saludable, sino que sea un complemento habitual sin que nuestra dieta sufra.
Un detalle adicional que observamos al examinar la tabla anterior, es el aporte de fibra que contienen nuestros helados. La fibra es especialmente importante en nuestra alimentación. Al comer muchos alimentos ultraprocesados baja el aporte de fibra. Eso altera nuestra flora intestinal, favoreciendo que crezcan cepas de bacterias que nos causan problemas de salud. La fibra tiene el efecto contrario. Favorece la proliferación de bacterias beneficosas y mantiene a raya a otras bacterias que podrían perjudicarnos si proliferan. Tomar una cantidad equilibrada de fibra contribuye a nuestro bienestar general.
La OMS recomienda la ingesta de entre 20 y 35 gramos de fibra al día. Tomar uno de nuestros helados al día puede aportar una parte importante de esa fibra y regular el crecimiento de bacterias beneficiosas para nuestra microbiota.
